Welte-Mignon Authentisch

Mi primer contacto con los instrumentos de la empresa Welte & Söhne se remonta a los años setenta. Desde un primer momento, me impactó el enorme entusiasmo que el Welte-Mignon generó en compradores y músicos entre los años 1904 y 1932 aproximadamente. Muchos de los clientes y músicos son nombres todavía hoy muy conocidos en el círculo internacional.

Después de 1950, los rollos Welte se transfirieron en varias oportunidades a disco y más tarde también a CD. Estas grabaciones no causaron en mí entusiasmo, más bien me generaron un gran incógnita. Me pregunté si los padres de Welte-Mignon, Karl Bockisch y Edwin Welte, habían sido acaso magos o astutos hombres de negocio, si el espíritu de la época había influido o si quizá ellos realmente habían sido grandes inventores. ¿Cómo hicieron para conseguir en tiempos como aquellos en todos los círculos el inaudito reconocimiento internacional y el elogio ilimitado que motivó su creación?

El siguiente relato de Horst Wahl también captó en gran medida mi atención:

Berlín, 1936

Horst Wahl 1 relató sobre una reproducción aparentemente óptima de rollos Welte en la que participó Karl Bockisch, el inventor del sistema de reproducción Welte:

En 1936 transferí en un comercio de pianos de Berlín, cerca de la Gedächtniskirche, un gran número de rollos de piano para la radio. La calidad extraordinariamente alta del piano de cola Steinway con el mecanismo de reproducción Welte incorporado, el inmejorable estado en que se encontraba el aparato de grabación y el ajuste fino del delicado elemento de reproducción de pulsaciones que realizó el señor Bockisch hicieron posible una reproducción con un grado de perfección que nunca había experimentado en ese tipo de rollos de piano. Poco antes de la guerra (1939) le mostré esta transferencia al señor Wünsch, director del sello musical Deutsche Grammophon (DG), quien quedó tan impresionado con la reproducción de las piezas interpretadas por Busoni, Reisenauer, d’Albert, Carreño, etc., que inmediatamente me pidió que fuera a la Immentalstraße de Friburgo a negociar con el señor Bockisch para que DG pudiera publicar discos con estas joyas. Lamentablemente la guerra acabó con estos planes y con la última oportunidad de lograr una interpretación perfecta de los rollos, ya que en 1944 el sitio de producción de Friburgo quedó en ruinas y el piano de cola de Berlín tampoco sobrevivió.

Sin embargo, el tema de la reproducción insatisfactoria de las interpretaciones existentes de las que tenía conocimiento no me daba tranquilidad.¿No estaban los instrumentos Welte-Mignon en estado óptimo tras varias décadas de haber acabado la “era Welte” (1904 a 1928), estaba obsoleto el piano de cola o habían intervenido técnicos de sonido, qué se había manipulado en los aparatos Welte para poder conseguir al menos una reproducción “buena y uniforme”, era necesario realmente revisar y ajustar el sistema Welte-Mignon prácticamente antes de cada interpretación de un rollo?

También me impactó que algunas grabaciones se escuchaban bien en términos generales, mientras que otras confirmaban mis dudas sobre si la reproducción era auténtica.

Si bien los instrumentos suministrados en ese entonces a escala mundial tenían que haber sido fiables, no podían haber recibido mantenimiento y ajuste constante por parte de personal técnico. Mis propios intentos de restaurar aparatos Welte-Mignon eran insatisfactorios en un principio. Aunque funcionaban nuevamente, solo me surgían preguntas y más preguntas. Solo podía responderlas si empezaba a recrear las condiciones de la época con instrumentos que conservaran básicamente su estado original.

  1. Horst Wahl. Die Chronik der Sprechmaschine. Düsseldorf 1986.
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